domingo, 30 de noviembre de 2014

Navidad tras bastidores

Esta navidad comparé muchos caramelos,
Muchos dulces y juguetes,
Para hacer de una pobre “alma” infeliz
Un poco menos desdichada,
Ya lo he planeado todo.

Primero robaré a esos niños mugrosos,
Y humillaré a sus padres por su condición,
Los mandaré lejos, y después de eso,
Esperaré un tiempo, para ir con una hermosa sonrisa
A entregarles mi amor y mi dicha,
Pero deberé procurar que alguien observe,
Que para que “Dios” lo noté primero debe mirar la gente.

¡Oh!, ¡cielos!, soy un alma tan noble, tan pura, tan bella;
De seguro tendré mi puestito en el cielo,
Me siento tan bien ayudando, no me importa que en otra época
Me causen repugnancia, debo ayudarles, porque ayudando mi ego se infla, ¡No debo dejar pasar esta oportunidad!,
Si me ego se encoge ayudaré a un pobre, me recordará que soy afortunado,
Afortunado de ser mejor que ellos, pero no debo gritarlo, pareceré tarado.

Y no puedo esperar a que llegue la cena navideña,
Ya lo tengo todo preparado, he trabajado muy duro todo el año
Para poder tener algo con que presumir, porque si no cuál es el objetivo
Si en esta hermosa época mi ego puede subir.

Quiero ver las sonrisas en el rostro, ya el resto del año será otro dolor,
Por ahora me preocuparé de sentirme bien, y gastar en todo lo que pueda,
Comprar los mejores aparatos, los mejores regalos, las mejores sonrisas,
Porque mi ego necesita crecer,
En esta navidad daré muchos abrazos llenos de amor,
Y el resto del año guardaré a todos esos canallas en un cajón,
Mentiré a mis hijos que Papa Noel existe, y que si se portan bien recibirán regalos,
Pobres y ridículos crédulos, creen que por portarse bien van a ser recompensados
Por un místico ser imaginario.


lunes, 24 de noviembre de 2014

Desnudo

Dos perros se desgarran en la calle,
Sus colmillos introducen la carne ajena y la sangre brota
Calientes los salvajes pierden poco a poco la energía,
Y un anciano de mal aspecto les echa un balde de agua fría
Para que se separen, sin embargo no funciona
Inefectivo es ver a dos almas chocando,
En un fuego común unidos por el espacio

El agua es mar y el mar es agua,
Y el cielo naranja observa el violento ataque
Y dos niñas coquetas ignoran ese pasaje,
Pero los perros no paran, continúan,
La sangre es más espesa, es más rabiosa,
Es un ente infinito que se pasea en las calles,
La materia choca sin previo aviso,
Y ese perro ya reventó el globo ocular de sí mismo.

Luchan desgarrados, con tripas desbordándose,
Luchan hastiados de la vida precipitándose
Y el anciano mira la escena con total impotencia,
Pero la cruz de la iglesia ni observa la imagen,
 El Cristo de la cruz se queda ahí, con una cara idiota agonizante,
Se queja y dice: A mí no me jodan, que ya morí por sus pecados,
Sucios bastardos y egoístas, adórenme, soy mejor que ustedes,
Porque estoy arriba, junto con los míos, con mis diablos aristócratas,
Con mis quema indios, con mis ladrones elegantes, que guardan su puestito en el cielo,
Por dar una piedra a mi iglesia, y matar a esos indios, que no son dignos de mí, de su gran Jesús,
El Jesús de los blancos y los bellos, no el Jesús de los pobres y los feos, ese no existe.

La sangre se espesa en el aire, se queda en pequeñas partículas
La pesada y sombría furia de vivir
Los ha dejado desconectados, golpeando por inercia,
El pedazo de carne sigue ahí, un niño de cara sucia lo observa,
Y quiere tomarlo, se acerca poco a poco
Hasta que los perros furiosos se dan cuenta
Lo invitan a su festín de sangre, el niño pierde sus piernas
Llorando con desesperación pide auxilio,
El anciano guarda su balde, y se queda observando,
Pero unas señoras chismosas la miran,
Entonces recoge el cadáver masacrado del niño.

Recibe un fuerte aplauso por tan bondadoso acto
Y crean una fundación del “Anciano más generoso del mundo”,
Las viejas quedan cotorreando sus falacias,
Le pintan un cuadro, le sacan un libro, diez mil piezas a su nombre,
Con un manco a su lado, ardido y dolido, es perfecto para la fotografía
De la nueva revista de las gordas, le construyen un monumento que crea dinero
Y así he construido mi casita de mentiras, creo que ese anciano es mejor que Jesús,
Porque se portó como una mierda en el momento adecuado,
Se fustigo al frente de todos, porque él, es un héroe.




jueves, 6 de noviembre de 2014

No necesito compasión

Y no puedo decir a vos no te importo lo nuestro
Sería una falta de sintaxis, eso no fue nuestro,
Fue mío, fue mi locura, fue mi delirio,
No fue una ilusión, desde el principio sabía que estaba perdido,
Perdido en un denso bosque, buscando una salida
La busco con desesperación, ya no quiero sentir esto.
 
Yo que iba como vagabundo, recogiendo hojas marchitas
Caminaba hasta la casa del cerro más alto, y te las entregaba;
Esperabas flores, y en eso fallaba
Las hojas marchitas me recuerdan la brevedad de mi vida,
Quería ser la hoja y tú el fruto que estuviera ahí, hasta que estas se secaran.
 
Yo que iba como ateo, todos los domingos a misa,
A mirar tu rostro, mientras el cura me enfermaba con sus palabras;
Yo que me vendí a la hipocresía, solo para sentirte un instante,
Y ahora estoy ahogándome en sentimientos;
Devorando la miseria.
 
Yo que por ti hubiera sido capaz de poner mis pies en hielo
Si eso te hacia bien;
Pero a ti solo te embargaba la culpa, que no es amor, sino compasión;
Yo no quiero tu compasión, que compasión no es querer,
Porque te puedes compadecer del lánguido borracho de la calle,
Te puedes compadecer del niño que vende chicles en la esquina,
Y eso, eso no es amor.
 
 Te podría dedicar mil letras, y a ti solo te llegará un sentimiento,
El sentimiento de sentirte especial, de sentirte querida, pero no querer,
Y yo no quiero compasión.
 
Siento un vacío intenso, al saber que te tuve un instante,
Y ya, eso fue todo;
¿Cómo no evité la derrota?,
¿Por qué abrí mi corazón a la media noche, sabiendo que nadie iba a estar afuera?,
Me quede ahí, congelándome;
No echemos culpas, que eso es de cobardes y mediocres,
Yo lo acepto, cargo esta cruz de quererte y no ser correspondido,
Porque yo mismo me arme el discurso demagogo,
Y luego yo  permití que me robaran.
 
A veces quisiera ser un gato, y buscarte solo cuando necesite comida,
Y brindarte un poco de cariño como agradecimiento,
Y luego marcharme, hasta que de nuevo necesite algo de ti;
Pero soy un perro de la calle, vagando en las aceras,
Lleno de hambre y melancolía,
Hasta que un extraño me ofrece un poco de sobras,
Y lo sigo, y lo quiero;
Y él me compartió su comida porque tuvo compasión, no amor;
No necesito tu compasión.
 
Buscaré en los basureros algo de comer;
U otras gentes extrañas me brindaran de sus sobras,
No necesito tu compasión;
Que no te confundas, compasión no es ningún tipo de amor digno de recordar.
 
La madre ama a su hijo, no lo compadece;
Los amigos se hacen felices el uno al otro, no se compadecen;
Cuando tus hermanos sufren sientes el dolor igual que ellos, no los compadeces,
No confundas ningún tipo de cariño con simple compasión.
 
No te compadezcas que me duela, y lo confundas con un profundo cariño;
No es cariño, es sensación de culpa, y yo, no necesito tu compasión,
Soy un perro vagabundo, he sobrevivido a gélidas noches de soledad;
Solo porque hoy no me das de comer, no moriré, ya encontraré algo por ahí.
 
Lo que más duele es haberlo tenido todo claro desde el principio,
Pero me deje llevar, ignore las advertencias, mi culpa;
Y como lo tengo claro, aquí te limpio el panorama;
Habrá alguien que te haga más feliz; ese alguien que será tu mundo;
Pero para el no será así; ¿Sabes cómo lo sé?
Porque cuando quieres con locura esto va a tu contra,
Más cuando ignoras y no deseas, todo sale a favor.
 
Así que ama con locura, y deja que te hieran, y siente lo intenso,
Siéntete más viva que nunca, y comprende lo que siento;
Estoy derrotado, pero no necesito tu compasión;
Solo es mi insano juicio, que me obliga a escribir.
 
Te escribo palabras tristes, porque hoy eso es lo que me inspiras,
Pero no te preocupes, cada ser que llega a tocar mi espíritu, tendrá unas palabras;
Fuiste mi realidad, ya llegará mi fantasía;
Alguien a quien pueda escribirle lo más hermosos versos;
Que cuando hable de ella evoque a Cortázar y hable de ciclopes;
De figuras dibujadas con mi dedo que por coincidencias llegan a su rostro.
 
En estas tristes y reales palabras me reconforto;
Y si no estás conmigo, que sea con alguien que te haga sentir viva,
Que no se limite a citas bonitas y eventos sociales,
Que no sea solo un sujeto que agrada a tu familia;
Que no sea un tipo que trate de besar solo tu boca, por tus hermosos labios;
Sino que entre en ti, que te busque y que te encuentre;
Que tome esa débil e insegura criatura que habita dentro tuyo, y la cuide;
Y con tiernas caricias la haga dormir.
 
Que no desee solo tu cuerpo, sino tu espíritu,
Y que sepa que tu rostro, que tu cabello, que tu cintura;
Son solo un portal para llegar a tu paraíso interior;
Y que soporte tu infierno, y  abra el suyo también,
Y se conecten, que sea tu hilo rojo;
Pero temo pedir que sea todo eso;
Porque corre el riesgo que lo dejes escapar,
Igual que a este perro que hoy te mira desde fuera de tu casa.
 
No quiero que me mires como alguien que te quiere, pero tu no
y que eso te llene de culpa, no necesito tu compasion;
y si el querer es un sentimiento infundado, y no pertenece a dos extraños,
sino que solo a uno, entonces es mejor buscar otros horizontes.