En mis noches de insomnio
en mi mente se dibuja tu sonrisa
se dibuja las hebras de tu frondoso cabello
siendo agitadas por el viento de tu ego
de tus pequeñas manos
que invitan
a soñar despierto
esa es la solitaria opción
¡soñar!
soñar que tomo tus blancos dedos
y los entrelazo con los míos
soñar que tu mirada tiene como destino
mis cansados ojos
que reciben un fuego que revive
mi mar muerto.
¿Qué eres tú?
Eres mujer, o ¿Afrodita?
eres lo que callo, o ¿Lo que digo?
eres un fragmento de utopía
varada en la melancolía
de mil almas perdidas
de mil suspiros
de mil felicidades
de mil mañanas de júbilo
y de dos mil tristezas
y dos mil delirios
y dos mil puñaladas que se clavan en el pecho
y que sangra por los ojos
en forma de lágrimas
que recorren la tierra.
Despierta en mi mente
¿Por qué no estas ahí?
¿Por qué te siento ausente?
¿Por qué no soy nada?
porque soy una hoja seca y caída
sin pertenecer al imponente árbol,
me sentaré un momento
a reflexionar mi ser
a cuestionarme todo
y una vez más, no hallar respuestas
no hallar tus siluetas
no hallar la pelota que se perdió
en el terreno vacío que lindaba mi casa
no hallarte a ti.
Lloran cien colibríes
a la muerte del ocaso
que sangra irreverente
y da la bienvenida a la noche
¡maldita noche!
responsable de los temores
responsable de los recuerdos,
responsable que la esperanza haya muerto.
Quiero ahogarte en un silencio
en mi corazón trémulo
en el horizonte callado
en el reflejo de un beso escondido
solo quiero una cosa
la dificultad es abrumadora
no soy un hombre de retos,
pero esto no lo hago por banalidad
ni por apariencia absurda,
ni por complacer a la estúpida sociedad
de quien todos hablan de tal forma
que se sienta no pertenecer a ella
pero estamos ahí, encerrados
sin darnos cuenta,
sólo queda ser huraño,
y no tener el compromiso de ser fiel
a tu brillante piel,
hoy nace la luna muere el ocaso,
y yo, aquí, muerto en vida.