lunes, 7 de diciembre de 2015

Gota

Entre búsquedas me he perdido,
He hallado más de lo anhelado,
He extraviado más de lo acordado,
Me he retorcido entre la miseria de mi melancolía,
Y he explotado entre la angustia de mi júbilo,
Y las caras, las máscaras, los gestos, los rostros,
Los roces, los suspiros, los ataques, las caricias,
Los golpes, lo sublime y lo pútrido han rozado
Cada parte de mi ser, y me han hundido,
En la parte más profunda de lo absurdo,
En la zona más superficial de lo lógico,
En las trincheras de mis cuestionamientos.

Se me han extraviado los objetos
Que un día prometieron serían míos,
Pero ni el ser más fatuo es capaz de comerse el cuento,
Ya hemos comido tantas verdades que eran mentiras,
Ya vomitamos tantas mentiras que no eran verdades,
Sí, no eran verdades, mi afirmación la contradice,
Y a la vez la certifica,
Los burócratas del conocimiento, los fascistas de la existencia,
Los comunistas de las cuestiones “importantes”,
Los anarquistas de la propia duda.

Y veo carros, veo máquinas en todas partes,
Una máquina que no está moviéndose no es máquina,
Y el universo se mueve, y la máquina es universo,
Pero las máquinas se desgastan, dentro de máquinas más extensas,
Dentro de piezas, de engranes, de grasa, de lubricante,
Flujo, se mueve, recorre, espanta las pendientes o las enfrenta,
Gotas de agua caen sobre la acera, y sobre la piedra,
Otras caen sobre la tierra,
Otras sobre el agua, se encuentran, se besan, se imponen,
Se unen y se van.

Cuando sea una gota quiero caer en el cemento,
Mi tierra prometida, mi tierra falsa,
Recorreré las calles, llegaré hasta la alcantarilla,
Nadaré en los restos de nuestros placeres más superfluos,
Los placeres son tan banales que se vuelven significativos,
Y ahí estaré, explorando lo incierto,
Quiero nadar en lo impredecible, quiero hallar lo indescriptible,
Para saber, que una gota, es tan finita como la palabra,
Lo finito en nuestras dudas, lo finito en nuestras respuestas.

Ya no soy agua, ni tierra, ni fuego, ni aire,
Ni dualidad, ni posibilidad, ni teoría
No soy hipótesis, ni descripción antagónica,
Sólo soy, lo que en la palabra me limito.


domingo, 22 de noviembre de 2015

No debo

Todavía no tendría que escribirlo,
Tendría, tengo, tendré que vivir,
Vivir el aspirar los cuerpo, el deseo de fusión.

De tus sombras, de tus ramas,
De tus matices, de los movimientos que generas,
De los rastros de tus manos,
De tus mejillas, de tu aliento,
De las aromas de durazno, del sabor humano,
La vida, la muerte, el amor, el odio.

Nunca comprenderé la soledad, 
Caminamos solos, con nuestro egoísmo,
Nuestras fatalidades, y ahí somos uno.

Hoy camina a mi lado, mañana no hay certezas,
Nuestros muros se derriban, y ahí percibo la esencia
De lo que somos, cúmulos de materia jugueteando,
Rebotando con azares planeados, no tendría que escribirlo,
Tendría que vivir, aunque vivir,
vivir esta en el diccionario de lo indefinido, 
Cuando vuelva a caminar solo,
Te dedicaré mil versos, más reales,

tu sombra en el ocaso.

domingo, 13 de septiembre de 2015

Desvanecerse

Amnesia;
Por casualidades, azares, descontroles, temores, anhelos,
No sabría definir bien como llegué hasta esos portales,
Que me transportaron a tu recuerdo, hecho símbolo,
Destrozados, tardío, sensitivo, memorias, recuerdos,
Cualquier cosa serviría para intentar llegar a la duda,
De cómo paré ahí, alojado en ese baúl de la resurrección,
Estaba ahí una imagen, que representaba, imitaba, mimetizaba,
Acercaba, conectaba, trasladaba ya, a tus seres más oscuros,
Estabas ahí, y un dolor golpeo mis costillas, unas puñaladas,
Entraban a mí ya en sueños, para acercarme a vos,
Pero no acercarme como antes, con mezcolanzas, batidos, fanescas,
Mixes, misceláneas de ti, de tus melancolías y paradas más sombrías,
Tu belleza, que le había desnudado ya no estaba ahí,
Poco a poco empecé a vestirte, a olvidar tu cuerpo desnudo,
A desdibujarte, a deconstruirte irreparablemente, pero de una manera no hedonista,
Egoísta o individual, yo  no quería desdibujarte, pasaron meses, años, vidas,
Para allanar marchitas memorias que no volverán,
Estas ya son cenizas que arden todavía pero que se extinguen,
Disfruta de las últimas memorias, que se plasman en rayas descontroladas.


lunes, 7 de septiembre de 2015

Un cachito

Hoy, hoy haré, haré, haré, haré,
Haré un jodido poema, un poema, un poema hacia ti,
A recordarte, a anhelarte, a olvidarte, a realizarte, a concienciarme,
A intentar saber, o descubrir, o existir,
No tengo idea, pero sé, sé,
Que mis instintos me guiaron, no te llego a culpar,
Simplemente te vi, y dolió, dolió verte,
Pero, sin importar mucho, me alegra,
Que hayas estado, al menos,

Un cachito en mi vida.

La persona que siempre estaba en lo correcto

Él siempre estaba en lo correcto,
Siempre acertado, siempre bien portado,
No fallaba ni cuando echaba el chorro en la taza del baño,
Ni al dar el vuelto, ni al bajar del bus,
No fallaba ni cuando se amarraba sus cordones,
Ni cuando hablaba por montones, ni cuando manejaba un carro,
Totalmente lógico, racional, coherente, capaz, competente;
No erraba cuando jugaba al fútbol, ni cuando comía la cena,
Su caminar era preciso, su postura impecable,
Él era correcto, no fallaba al leer el periódico, de discurso preciso;
No fallaba ni en el mínimo detalle,
Ni cuando recogía la mierda de su perro,
Era un engrane, una calculadora, una máquina, un circuito;
A las damas hacía “el amor” con gran soltura,
Las féminas lo buscaban, hasta en los más recónditos lugares;
Pero al señor poco o nada le importaba, había tenido dos hijos,
Como lo manda la ley del instinto, él no amaba a su esposa;
Era un arma mortal, conocedor de las más mortales artes marciales,
Era un gran matemático, podía resolver ecuaciones de dos incógnitas,
O de tres, o de cien, o de mil, no fallaba,
Impecable, preciso, perfecto,
Dominaba muchas ciencias, racional utópico;
De rutinas perfectas, llegó hasta los 102 años;
Lo condecoraron como el hombre perfecto del mundo,
El día de su agonía, la prensa reunida, le preguntó,
¿Cómo hacía para ser tan perfecto? A lo que el senil respondió,

Jamás viví.

Sapiosexual



Si hay algo que aborrezco es esa farsa de sapiosexuales, que sólo les seducen con el intelecto, que les gusta que les penetren la mente, que la apariencia física es lo menos importante, que lo que importa es el “interior” como una especia de parafilia al aparato circulatorio, digestivo y pulmonar, ; ni lo interior ni lo externo, porque la belleza es demasiado subjetiva, mutante, distorsionada, perversa y alterada, porque la inteligencia es tan útil como la fuerza y como las hormonas, porque a la persona deseada se la divisa con todos los sentidos, los perceptivos y los abstractos; ojos, nariz, oídos y piel, se entrelazan, se conectan para formar un todo, esa existencia que se anhela, para ver, tocar, oler, besar. La piel, ojos, labios, pies, rodillas, codos, hombros y demás miembros superiores e inferiores se los perciben, no se los ve, se los siente, sentir como una boca altera la frecuencia del aire e invade tu memoria para jugar a alterar el tiempo y el espacio, para sincronizarlo, un cuerpo que juega con tu espacio, juega consigo y con su entorno, y ahí se chocan los seres, se hacen uno y se vuelven a separar; se cuestionan, se fortalecen y se debilitan, se vuelven como el cristal, rígido y a la vez frágil,  sapiosexuales para parecer interesantes, cultos y elegantes, dueños y dueñas de una intelectualidad superior, la élite que no se deja engañar por los “banales” instintos, cuando todo lo hacemos por instinto; el poder, las ciencias, el arte y la filosofía se formaron por la misma inquietante razón, el existir por intuición, el amar por intuición, el odiar, el temer, el querer, el descubrir, todo por razones ya sentenciadas hace millones de años, cuando, según un científico de largas barbas y abundantes cejas, éramos seres no erguidos.

jueves, 27 de agosto de 2015

El jinete

Cauchos crispantes tienden velos de tela tóxica,
el jinete y su corcel abandonaron ya su gloria,
ya no es un Quijote en su Rocinante,
es un ser mutante,
rebosante de sentidos.

Ya no somos héroes ni villanos,
somos humanos,
rasgando nuestra propia existencia.

Un mes de agosto








martes, 16 de junio de 2015

El Futuro

En el año 2000 todos devorarán libros, memorizamos datos, somos números, somos mecánicos, siempre ansiamos hacer las cosas tan sencillas y fáciles que nos perdemos, quizás en el año 3000 seamos bolsas de grasa pegadas al pavimento, un engrane que se pudre de interminable rutina, que nos hace perder el sentido a cada movimiento que hacemos, y a la final, no sabremos si existe dicha en sentir, o caeremos en hedonismo, el futuro objetivo de la humanidad es destruir su propia existencia.

domingo, 7 de junio de 2015

Especie de haiku #2

 Hoy soy un niño, hoy me siento en un pasillo,
Hoy corro, huyo de mí, huyo de todo,
Kilómetros escapando y ya me han empezado
A doler las piernas, creo que esto
No ha funcionado, lloro por huir,
Ríe, párate y afronta a ese monstruo
Que está debajo de tu nuca
Tarareando canciones de cuna.

martes, 5 de mayo de 2015

El bello león lánguido del circo de la estupidez

¡No me cuestiones!,¡ no te cuestiones!
Como nos duele cuando nos escupen la realidad,
Como nos duele cuando nos dicen ¡despierta!,
No, por favor, no lo hagas
Quiero ocultarme debajo de una falda con olor a orines,
Quiero refugiarme en un campo de mierda seca,
Quiero pretender adorar al conocimiento, adorar a lo real,
Pero que tremenda gallina, sólo sé huirle,
Sólo se aceptar una realidad a medias, no, no me quites de
Mi punto de confort, no me pongas esa jeringa, que me dolerá mucho,
No, no me cuestiones, lo último que quiero es ser sabio,
Repite en tu pútrida mente, no debo cuestionarme, no debes cuestionarme,
Lo anterior estaba mal, lo de ahora es lo correcto,
Por favor, no me cuestiones, no quiero ser sabio, sólo quiero pretenderlo.

Ah, criatura miserable, que babeante y jadeante
Se balancea a tragar su propio vómito, por favor, no cuestiones mi mundo,
No me vuelvas frágil, mi fortaleza se encuentra en mi bella jaula dorada,
Soy un animal, moribundo, mi rinconsito de heces apartadas en la esquina,
Y mi tacita de comida, y mi reconfortante pasto de nada,
Yo quiero vivir, sin haber vivido,
Yo quiero sentir, sin haber sentido y cuando un pedazito fecal
No se encuentre en su lugar, lloraré;
Tú, ignaro rebelde, carente de lógica y sabiduría, no me vengas a romper mi jaula
Por favor, por favor, no me quites mi confort.

Inmaduras bestias, que no se dan cuenta que el león
Es feliz en un circo, insolentes e impertinentes locos,
Que no pueden ver lo feliz que soy, amo mi jaula,
Amo al hermoso látigo que lacera mi espalda, amo que la gente me ame y me aplauda,
Rugiré en tono de rebeldía, pero solo quiero que las bellas masas me idolatren,
Eso, apláudanme bello público, quiero sentir su atención,
Quiero ser, quiero que me amen sin que me amen, y que me olviden
A la vuelta de la esquina, y que me den mi comida, en mi bella jaula,
Pobres bestias, que viven en la jungla, no saben lo hermoso,
Lo bello y lo sublime que es estar encerrado, soy mejor, ámenme,

Y por favor, no me cuestionen, que yo poseo la absoluta verdad.

lunes, 23 de marzo de 2015

Una especie de haiku #1

Un sabio borrachito caminaba por la vereda tambaleándose,
Estaba sucio y haraposo, su botella su enemiga más amada;

Era tan sabio, tan inteligente; no sabía ni quien era.

jueves, 1 de enero de 2015

Lo bello

Hablemos de algo bonito, a eso le gusta la gente
Les gusta lo bonito, lo agradable
Les gusta sentirse bien, les gusta lo bonito
Les gusta una buena comida, les gusta todo limpio,
Les gusta excitarse con un bello cuerpo, les gusta que su mirada sea estimulada
Les gusta una pintura de un paisaje hermoso, de verdes praderas
De hermosas aguas, de bellos cielos
De contrastes que estimulan la visión
Les gustan los cuerpos hermosos, bien tallados
Les gustan los animales grandes y majestuosos, imponentes y malvados.
A la gente le gusta lo precioso, lo sublime, lo soberbio
Les gusta un asesino de rizos rubios y ojos azules,
Les gusta que les soben los genitales, en un rincón apartado
Para que nadie observe,
A la gente le gusta la buena vida, le gusta tener esclavos
Les gusta sentirse respetados
A la gente le gusta pisar
Les gusta ser una imitación de un Jesús pervertido y enfermo
Que ayuda a la gente mientras alguien observe
Mientras en su cabeza les tiene lástimas a esas personas miserables.
A la gente le gusta comer hasta atragantarse, les gusta defecar en baños limpios,
Pero no pueden tolerar el olor a mierda emanado de sus propios cuerpos,
Les gusta la belleza, y no son capaces de ver en un espejo sus pútridas manos
Y sus espíritus destruidos.
No son capaces de ver sangre, sangre que fluye dentro de ellos mismos,
No son capaces de reconocer la maldad.
La ignorancia prima en sus reducidas mentes reptilianas,
Odian al negro que roba y mata, pero son tan estúpidos
Que no saben que los blancos, bellos blancos, mataban y violaban,
Son tan ciegos que no pueden ver su propia miseria
Su saco de dolor y muerte que cargan con ellos
A la gente le gusta lo bello, no lo verdadero,
Lo verdadero es bello, y no saben que lo repugnante es bello
Porque está ahí, porque es verdadero.

Que se inundan en su propia bestialidad, seres más patéticos que un gorila de zoológico
No reconocerían la maldad aunque les quemaran la espalda con un fierro,

A la gente le gusta lo bello, a la gente le gusta lo bueno.