martes, 5 de mayo de 2015

El bello león lánguido del circo de la estupidez

¡No me cuestiones!,¡ no te cuestiones!
Como nos duele cuando nos escupen la realidad,
Como nos duele cuando nos dicen ¡despierta!,
No, por favor, no lo hagas
Quiero ocultarme debajo de una falda con olor a orines,
Quiero refugiarme en un campo de mierda seca,
Quiero pretender adorar al conocimiento, adorar a lo real,
Pero que tremenda gallina, sólo sé huirle,
Sólo se aceptar una realidad a medias, no, no me quites de
Mi punto de confort, no me pongas esa jeringa, que me dolerá mucho,
No, no me cuestiones, lo último que quiero es ser sabio,
Repite en tu pútrida mente, no debo cuestionarme, no debes cuestionarme,
Lo anterior estaba mal, lo de ahora es lo correcto,
Por favor, no me cuestiones, no quiero ser sabio, sólo quiero pretenderlo.

Ah, criatura miserable, que babeante y jadeante
Se balancea a tragar su propio vómito, por favor, no cuestiones mi mundo,
No me vuelvas frágil, mi fortaleza se encuentra en mi bella jaula dorada,
Soy un animal, moribundo, mi rinconsito de heces apartadas en la esquina,
Y mi tacita de comida, y mi reconfortante pasto de nada,
Yo quiero vivir, sin haber vivido,
Yo quiero sentir, sin haber sentido y cuando un pedazito fecal
No se encuentre en su lugar, lloraré;
Tú, ignaro rebelde, carente de lógica y sabiduría, no me vengas a romper mi jaula
Por favor, por favor, no me quites mi confort.

Inmaduras bestias, que no se dan cuenta que el león
Es feliz en un circo, insolentes e impertinentes locos,
Que no pueden ver lo feliz que soy, amo mi jaula,
Amo al hermoso látigo que lacera mi espalda, amo que la gente me ame y me aplauda,
Rugiré en tono de rebeldía, pero solo quiero que las bellas masas me idolatren,
Eso, apláudanme bello público, quiero sentir su atención,
Quiero ser, quiero que me amen sin que me amen, y que me olviden
A la vuelta de la esquina, y que me den mi comida, en mi bella jaula,
Pobres bestias, que viven en la jungla, no saben lo hermoso,
Lo bello y lo sublime que es estar encerrado, soy mejor, ámenme,

Y por favor, no me cuestionen, que yo poseo la absoluta verdad.